sábado, 20 de diciembre de 2014

Giniveth Soto y el socialismo que queremos.


Un mensaje directo por twitter el domingo a las 10 a.m. me sorprende y conmociona: fue asesinada Giniveth Soto, psicóloga y activista venezolana por los derechos humanos de la población sexodiversa y heroína de la lucha por la igualdad de derechos, causa que aún hoy, en un país que levanta las banderas del socialismo, se ve y habla con tabú desde el mismo gobierno bolivariano.

Si algo es profundamente contradictorio es hablar de un socialismo conservador, pero hoy vemos como el dominio de una tendencia socialcristiana sobre la conducción de determinados temas en nuestra revolución, nos hace ser retrogrados y profundamente conservadores cuando en el mismo gobierno existen funcionarios que les da vergüenza reconocer sus preferencias sexuales y terminan siendo endohomofóbicos.

Luchar y defender la igualdad de derechos de compatriotas que por determinadas razones tienen una preferencia sexual distinta a la que los heterosexuales hemos elegido, es por razón primigenia una causa revolucionaria, igual que la lucha contra la discriminación racial o el reconocimiento de los derechos de aquellos ciudadanos con diversidad funcional, anteriormente calificados como discapacitados.

Hoy el socialismo, ya no sólo es una lucha exclusiva de la clase trabajadora luchando por el reconocimiento justo del valor de su trabajo y la búsqueda de la socialización de los medios de producción para la apropiación productiva de ese justo valor, hoy el socialismo se ha convertido en la bandera de todo aquel que lucha por su igualdad de derechos, ante la imposición hegemónica del poder de castas y cúpulas que pretender determinar los valores sobre los cuales se erige la sociedad. Es por ello que incluso el internacionalismo que debe ser esencia de cualquier lucha desde la izquierda asume que esta causa por la igualdad de derechos también parte del respeto a los pueblos, tales como el pueblo palestino, así como es su momento también el pueblo judío fue víctima de la violación de su derecho a ser Estado.

El socialismo de hoy es un manto que cubre y acompaña cualquier lucha de las minorías o los más débiles cuando ésta lucha es un legítimo derecho ¿Cómo, siendo de izquierda no se puede estar de acuerdo con el derecho de Giniveth y su esposa de decidir unir legalmente su relación?,

¿Cómo puede negarse el reconocimiento de los derechos de una pareja que incluso es legalmente reconocida en otro país hermano como Argentina?, pero peor aún, ¿Cómo hoy, aún no se reconoce la ciudadanía de un hijo de dos venezolanas, una que aportó sus óvulos y otra que aportó su vientre para ser madres de un ser humano que hoy existe y que por derecho es venezolano?

Sí, sé que este debate remueve la fibra más conservadoramente católica colonialista que aún tenemos inoculado en el tuétano de nuestra cultura, y peor aún, sé que muchos que se dicen socialistas y revolucionarios ven con estupor esta lucha, y aún más grave, sé que al tomar postura pública ante este tema se generará algún comentarios de los idiotas más básicos que dirán “Nicmer salió del closet”, porque es difícil comprender que alguien luche por los derechos de otros sin ser objeto de beneficio de esa lucha, pero eso es lo de menos.

La verdad es que Giniveth murió “taxiando” porque tenía que salir a la calle a resolver el sustento de su familia, y ante la grave situación de inseguridad, en esa lotería perversa cual ruleta rusa, le toco a ella.

Tuve la oportunidad de conocerla hace poco, estableció puente para conversar con Marea Socialista interesada en saber qué éramos, qué queríamos expresar, y sus últimas palabras el primer y único día que pude verla en persona fueron: “Me convencieron, vamos a trabajar juntos”. Es por ello que honrando ese compromiso, en lo personal y en nombre de Marea Socialista ratificamos nuestro compromiso asumido en vida con Giniveth, su lucha es nuestra lucha, porque es una lucha fundamentalmente socialista.

domingo, 14 de diciembre de 2014

Venezuela: Una madre asesinada, otra madre y su hijo en común sin derechos. Urge extender reconocimiento a Matrimonio Igualitario.


Comunicado. Giniveth Soto, una activista LGBT de Venezuela que se había casado con Migdely Miranda Rondón en nuestro país y tenido un hijo reconocido dentro de ese matrimonio por la ley Argentina, fue asesinada en Caracas en un intento de robarle el taxi que conducía. El Estado venezolano había rechazado reconocer su matrimonio hace un año. Desde la FALGBT expresamos nuestro profundo dolor a su esposa, su hijo, toda su familia y compañeros y compañeras, y seguiremos trabajando para el reconocimiento legal de esta y tantas otras familias que carecen de protección en la hermana República Bolivariana de Venezuela.

Giniveth Soto Quintana, de 32 años, era una militante social y activista de la diversidad sexual en Venezuela. Se había casado en 2013 en Rosario, Argentina, con Migdely Miranda Rondón, quien tiempo después gestó un hijo de ambas concebido mediante un procedimiento de ovodonación, e inscripto en nuestro país con sus dos madres, según la normativa vigente. A fines de 2013 el registro civil de Caracas había negado la inscripción de su matrimonio y actualmente buscaba que se reconociera la filiación de su hijo. Falleció hoy en Caracas, víctima de un homicidio en ocasión de robo, sin ver reconocidos sus derechos ni los del niño que tuvo junto a su esposa.

La Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Trans (FALGBT)había acompañado a Gini y Migdely desde un principio con sus trámites en Argentina y había aportado a las acciones realizadas en su país, junto a Venezuela Igualitaria, la organización de la que Gini era parte. Tras el rechazo de la inscripción del matrimonio hace un año en Caracas, trabajábamos para lograr la inscripción igualitaria de su hijo con el reconocimiento de Giniveth y Migdely como madres. Lamentablemente, Gini no llegó a ver reconocido su matrimonio con su compañera en su país, ni tampoco su hijo fue reconocido como tal.

Al respecto Esteban Paulón, Presidente de la FALGBT expresó "La pérdida en un contexto tan triste de una compañera que en poco tiempo habíamos llegado a conocer y que militaba activamente por la igualdad en la hermana República de Venezuela nos causa una enorme dolor. Más aún, cuando pensamos en todos los sueños que Giniveth no vio realizados sólo por la fría negativa de las autoridades administrativas a reconocer el amor de pareja y de madre con el pretexto discriminatorio de su orientación sexual".

Asimismo Flavia Massenzio, Coordinadora de la Defensoría LGBT agregó"Desde la FALGBT vamos a seguir trabajando, ahora más que nunca, por el reconocimiento de ese matrimonio celebrado en nuestro país y de la comaternidad de Giniveth y Migdely, madres de un niño argentino que hoy por hoy no tiene todos sus derechos reconocidos en la hermana nación venezolana. Mañana mismo nos pondremos nuevamente en contacto con la embajada en nuestro país para seguir dialogando sobre esta cuestión; en memoria de Giniveth, en apoyo a Migdely y sobre todo en defensa de los derechos de su hijo".

Para finalizar Alejandro Nasif Salum expresó "Más allá de cuestionamientos burocráticos que chocan abiertamente con derechos humanos reconocidos en tratados firmados por Venezuela y en su propia Constitución, sabemos que la igualdad es imparable y junto a Venezuela Igualitaria seguiremos trabajando para el reconocimiento de los derechos de esta y todas las parejas y familias en aquella república hermana y en toda la región. Acudiremos a las instancias diplomáticas necesarias y a los organismos internacionales competentes, y pedimos a la Cancillería Argentina que tome cartas en el asunto, tanto en defensa del interés superior del niño nacido en nuestro país, como en defensa de los derechos humanos y la igualdad en toda la región. Ya sea desde la alegría o el dolor, el movimiento LGBT latinoamericano seguirá luchando por la igualdad plena".