viernes, 3 de junio de 2011

Chile: Se comenzó a debatir el Matrimonio Igualitario

Por *Rolando Jiménez.

Quienes luchamos por la igualdad legal para todas las parejas no estamos demandando en términos estrictos el “matrimonio homosexual”. Estamos exigiendo que el matrimonio, al ser una ley de la República, termine de ser un privilegio para algunos, los heterosexuales, y pase a ser un derecho de todas y todos.
En otras palabras, no perseguimos que el matrimonio sea heterosexual u homosexual, sino que sólo matrimonio, lo que hace honor al derecho humano básico y principio constitucional de igualdad ante la ley.
Sin embargo, hay decenas de opiniones para oponerse al matrimonio entre personas del mismo sexo, ninguna de los cuales ha logrado tener nunca una argumentación racional, ni menos pruebas concretas que las sustenten. Las opiniones opositoras de la igualdad o provienen de la religión, lo que nada debe importar a la legislación de un Estado laico, o de la ignorancia, el prejuicio o simplemente la homofobia o la transfobia.
Recientemente los senadores Andrés Chadwick y Pablo Longueira presentaron un fallido proyecto de ley para dar rango constitucional a la desigualdad, lo que pasaba porque en la Carta Magna se consagrara al matrimonio sólo para la relación hombre-mujer. Este proyecto, a diferencia de otros que han apuntado al mismo fin, no se hizo eco, sin embargo, de argumentaciones religiosas. Explícitamente indicó que su argumentación nada tenía que ver con ello, clara respuesta a las quejas del movimiento chileno de la diversidad sexual en torno a la necesidad de respetar el Estado laico.
El proyecto de Chadwick y Longueira se argumentó en la tradición. Dijeron que en que Chile nunca ha existido el matrimonio homosexual, que siempre fue heterosexual y que así lo definió Andrés Bello en 1855. Pues bien, tampoco este es un argumento sensato, porque las leyes no son estáticas, se pueden cambiar. De ser esa la lógica, las mujeres aún no podrían votar, ni tampoco tendríamos ley de divorcio.
En Argentina, que dio un ejemplo al mundo al aprobar el matrimonio igualitario (no el matrimonio homosexual), fue justamente la razón la que imperó en el debate, en honor a la justicia social, la no discriminación y el respeto integral a los derechos humanos.
Al respecto, la Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales (FALGBT), el organismo social impulsor del histórico cambio, elaboró un documento que tuvo la inteligencia de sistematizar las respuestas dadas por activistas en todo el mundo a favor de la igualdad.
Se trata del texto “Matrimonio para todas y todos. Ley de Igualdad: aportes para el debate”, lanzado en un momento más que oportuno: poco antes de la aprobación de la norma y en el contexto más álgido de la discusión parlamentaria.
En el texto se dio respuesta a diversos “argumentos falsos” contra el matrimonio entre personas del mismo sexo, destacando los siguientes:

1.- “La homosexualidad no es natural, no es normal”, pues bien la homosexualidad ha existido siempre, se da en muchas especies y lo minoritario no es sinónimo de anormal. Ejemplos, nuestras propias etnias.

2.-“El matrimonio proviene de la natu­raleza; el matrimonio homosexual no es natural”, pues bien tanto el matrimonio homosexual, como el heterosexual no son naturales, son una invención de hombres y mujeres para formalizar su unión. Si fuese natural, los animales también se casarían.

3.-“El matrimonio homosexual va a destruir la familia”. No hay ninguna prueba científica ni tampoco basada en la experiencia demostrativa de que el matrimonio entre personas del mismo sexo destruya a la familia. Por el contrario da un piso de estabilidad jurídica a más familias. Nadie nunca ha dicho como el matrimonio homosexual, afectaría las relaciones o las familias heterosexuales. “Ese es justamente el mismo argumento que usaba la Iglesia católica contra la ley de matrimonio civil y contra el divorcio”.

4.- ”Si todos fuéramos homosexuales, se extinguiría la especie”. En el mundo nunca habrá sólo homosexuales, ni tampoco sólo heterosexuales.

5.- ”El matrimonio siempre ha sido entre varones y mujeres”. Pues bien, “en la antigua Roma, el matrimonio —que era un contrato pri­vado celebrado entre particulares— podía realizarse también entre personas del mismo sexo, pero en el año 342 d.C. ello fue prohibido por el Imperio, en consonancia con la adopción del cristianismo como religión estatal”. De hecho, en ese año al asumirse el cristianismo toda conducta sexual que tuviera por fin la procreación pasó a ser considerada arbitrariamente como un pecado, incluido el sexo oral o anal entre heterosexuales.

5.-«Hay temas mucho más importantes, como la educación, la salud, la seguri­dad. ¿Por qué los legisladores no se ocupan de esos temas en vez de debatir el matrimonio entre personas del mismo sexo?» Siempre habrá temas que para distintas personas u organizaciones son más importantes que otros, pero ello en nada justifica, que el Estado no garantice la igualdad y el respeto a los derechos humanos de todas las personas. Por otro lado, el debate legislativo sobre el matrimonio homosexual, en ningún caso implicará despreocuparse de otras realidades o situaciones.

6.-“Si legalizan el matrimonio entre personas del mismo sexo, ¿por qué no puedo casarme con mi perro?”, este argumento no pasa a ser una prueba más de lo absurdo de las argumentaciones, que en este caso además humillan y ofenden a un grupo de seres humanos.

Ahora bien, si alguien quiere insistir en algunos de los argumentos arriba expuestos para oponerse al matrimonio entre personas del mismo sexo, lo justo es que ahora para dar altura de miras del debate pase de la simple opinión a la demostración de lo que se plantea. Bienvenida será cualquier prueba que se dé al respecto.





*Rolando Jiménez es presidente del Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) y director de la Asociación Chilena de Organismos no Gubernamentales ACCION.

También es coordinador en Chile de la Red de Minorías Sexuales del Mercosur y de la Federación Chilena de la Diversidad Sexual (Fedisech), además de integrar la Red de Libertades Laicas y la Red contra el Abuso de Poder.

En su calidad de dirigente social, trabajo que ha sido destacado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), se desempeña también como profesor del diplomado "Sexualidad Humana", organizado por el Centro de Estudios del Cambio y el Centro de Estudios de la Sexualidad-Chile.

El trabajo se Jiménez se ha caracterizado por el desarrollo periódico de campañas ciudadanas, estudios y acciones de incidencia política y social en los tres poderes del Estado para prevenir y enfrentar todo tipo de discriminación y/o violación a los derechos humanos, así como para combatir el consumo abusivo de drogas .

Durante la Dictadura, el dirigente desarrolló una activa labor política de base cuyo fin era la recuperación de la democracia.

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