viernes, 1 de octubre de 2010

Abusos y torturas a detenidas trans

Comunicado del Comité Contra la Tortura de la Comisión Provincial por la Memoria

UNIDAD Nº 40 DE LOMAS DE ZAMORA
Dos personas trans se encuentran aisladas en la Unidad Penitenciaria N° 40 desde
hace más de 30 días. Allí las alojaron el 17 de agosto, después de denunciar a agentes
penitenciarios por violaciones sexuales, abusos y malos tratos. Pese a estar
ordenado el traslado al pabellón trans de una cárcel federal, el mismo no se
verifica manteniéndoselas en un régimen de total aislamiento. Ante ello el 13
del corriente mes iniciaron un huelga de hambre para obtener condiciones dignas
de detención.

En la Provincia de Buenos Aires sólo existen dos pabellones que alojan travestis
o personas trans, en la Unidad N º 32 de Florencia Varela y en la Unidad N º 2
de Sierra Chica, ambas unidades destinadas a alojar varones.

La titular del Juzgado de Ejecución Nº 1 de Mercedes hizo lugar a la acción de
hábeas corpus por una de las detenidas, considerando que se agravaron
ilegalmente las condiciones de detención. La Dra. Otermín requirió al jefe del
SPB y al jefe del SPF celeridad en las gestiones a fin de otorgarle cupo en la
Unidad N º 1 de Ezeiza.

El Juzgado de Ejecución Federal Nº 3, a cuya disposición se encuentra la otra
chica trans en huelga de hambre, aún no dictó resolución en el hábeas corpus y
denuncia interpuestos.

El Director de Asistencia del Penal de la Unidad 40, Sr. Pedro Zeolla, se
manifestó muy preocupado ante el Comité contra la Tortura porque dicha Unidad no
está preparada para alojar a personas trans, motivo por el cual las detenidas
permanecen bajo un régimen de aislamiento hace más de un mes.


ANTECEDENTES DEL CASO
La presentación judicial está patrocinada por el Comité Contra la Tortura de la
Comisión Provincial por la Memoria y cuenta con el aval de más de 20
organizaciones.

Estas organizaciones tomaron conocimiento de los hechos a través de una carta
enviada por las víctimas donde denuncian acciones de violencia sexual,
psicológica y traslados arbitrarios dispuestos por agentes penitenciarios
bonaerenses hacia un grupo de travestis y trans detenidas. En la carta se
manifiesta que seis chicas que se encontraban alojadas en la Unidad N º 32 de
Florencio Varela , fueron trasladadas arbitrariamente a la Unidad N º 2 de
Sierra Chica como represalia por no haber accedido a los pedidos efectuados por
el Jefe del Penal de la Unidad N º 32 "a tener sexo con él, y con su personal y
por querer destapar muchas cosas que se tapan en dicha unidad como la venta de
estupefacientes, cocaína, marihuana, pastillas (sic).". Para justificar el
traslado, las autoridades habrían alegado "cuestiones de mala convivencia", para
encubrir una represalia encubierta por no haber accedido a los pedidos.

El Comité contra la Tortura y las organizaciones sociales, presentaron un hábeas
corpus y solicitaron que se les realice un estudio de VIH por el peligro de
contagio al sufrir reiteradas violaciones sexuales -sin profilaxis- por agentes
del Servicio Penitenciario Bonaerense. Aún se está a la espera de los resultados
de los análisis. El Comité formuló no sólo la denuncia penal, sino ante el
Ministerio de Justicia para que se delimiten las responsabilidades de los
agentes penitenciarios.

Las denunciantes describen una situación integral de violaciones a sus derechos.
Para no ser trasladadas y así mantener el contacto con sus familiares, se les
exigía "tener sexo con el personal penitenciario o distribuir drogas en toda la
unidad (sic)", porque de lo contrario las trasladarían a otros penales.
Denuncian que otras travestis alojadas en la Unidad N º 32 de Florencia Varela
sufrieron "tortura psicológica y física por parte del señor Rojas, manoseos y
cambio de sexo por conducta, por trabajo y por miedo, cuando no quiso seguir
canjeando con este señor la trasladó a Sierra Chica" ; y que "sufren
aberraciones, manoseos y prácticas sexuales de parte del servicio".

Señalan que en la Unidad N º 2 de Sierra Chica conviven en el Pabellón Nº 10 con
hombres allí alojados, encontrándose custodiadas por el personal masculino de
seguridad "y que están recibiendo torturas físicas y psicológicas de parte del
servicio penitenciario (.)", y solicitan: " por favor, hagan algo".

Indican, también, la falta de atención médica y adecuada dieta para los enfermos
de VIH-SIDA. Dice textualmente una de las firmantes de la carta: "La comida que
provee el penal es la comida para un animal. Soy una persona portadora de VIH y
no recibo atención médica, este penal no cuenta con un infectólogo, no recibo la
medicación que tengo que tomar por mi problema de salud no recibo la dieta que
tendría que tener y como estoy tan lejos de mi familia no pueden venir a verme.
Son lo único que tengo y ellos me ayudaban para tener una mejor alimentación.
Estoy cayendo en un pozo depresivo y tengo miedo por mi enfermedad, necesito la
contención de mi familia y amigos".

Dos de las denunciantes, se encuentran aisladas, en huelga de hambre y a la
espera del traslado al Pabellón trans de la Unidad N º 1 de Ezeiza para superar
el oprobio y vejamen.

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