Dra. Estela Di Cola
Para lograr una salud pública universal, gratuita, equitativa, científica, de alta calidad y humanizada en función de las necesidades de las personas es indispensable introducir la visión de género.
• Igualdad es un concepto más práctico, que determina un trato idéntico entre todas las personas más allá de su sexo, edad, clase social o nacionalidad.
• La equidad está asociada con principios de justicia social y de derechos humanos. Implica que no existan diferencias evitables entre grupos más allá de sus particularidades, y que, si las hay, no pongan a un grupo en desventaja.
• A su vez, género es el significado social construido alrededor de la diferencia de sexo y es un comportamiento aprendido y socialmente determinado.
Entre los sectores pobres de la población, las mujeres somos la mayor parte. Y eso se debe a dos razones: una, por nuestro lugar en el papel reproductivo, que limita nuestras oportunidades; y dos, por la desvalorización social del trabajo femenino, tanto en el hogar como en el mercado laboral.
La equidad de género en la salud, entonces, es la superación de esas desigualdades injustas y evitables que por razones de género se producen en el acceso y calidad de los servicios, el financia-miento y las posiciones de poder.
En la situación de salud tiene que haber niveles de bienestar comparables entre mujeres y hombres. Las mujeres somos más longevas que los varones. Pero esa ventaja no equivale a una mejor salud, ya que a lo largo de la vida tendemos a sufrir más enfermedades que los hombres, en especial crónicas y en general afectadas por la pobreza.
La pobreza enferma más a las mujeres.
Las condiciones sociales pueden disminuir e incluso anular la ventaja de la mayor supervivencia femenina. Si comparamos las tasas de mortalidad de la población pobre y no pobre, la pobreza conlleva un riesgo de muerte prematura de 2 a 5 veces mayor en los varones pero de 4 a 12 veces mayor en las mujeres.
También las causas evitables de enfermedad y muerte son distintas. Un ejemplo de un daño evitable en las mujeres son las complicaciones del embarazo y el parto, que son las primeras causas de mortalidad femenina en edad reproductiva. Esto es el reflejo más claro de la discriminación y de cómo la baja categoría social nos perjudica.
Un párrafo aparte merecen las diversas formas de violencia y abuso sexual, laboral, psicológico o físico y los condicionamien-tos para evitar que podamos decidir sobre nuestro propio cuerpo. Aunque no son relevantes en las estadísticas de enfermedad y mortalidad, esos factores implican una desigualdad absoluta y una violación de derechos.
La salud es un derecho, no una mercancía. Por nuestra condición social y de género, las mujeres padecemos más desigualdades. Por eso los recursos económicos y servicios de salud se deberían asignar de acuerdo a las necesidades específicas de hombres y mujeres.
Vamos por un cambio de sistema
El sistema de salud también reproduce las desigualdades. Aunque por las características del trabajo y la visión de género hay una mayoría de mujeres, pocas llegamos a puestos de poder. Tenemos los niveles más bajos de remuneración y responsabilidad. Por eso, en las instituciones de salud, se deberían distribuir con equilibrio y justicia entre los sexos las responsabilidades de trabajo y el poder de decisión.
La feminización de la pobreza, la violencia y la desigualdad es resistida por las mujeres. Docentes, trabajadoras de muchos gremios, médicas y enfermeras autoconvocadas, desocupadas, estudiantes, protagonizamos grandes luchas e imponemos nuestra participación cultural, social y política.
Sin embargo, en tanto se mantenga este sistema injusto, las causas de fondo de nuestra doble opresión y explotación no van a desaparecer. El que no nos reconoce la igualdad real es este capitalismo patriarcal y explotador. Avanzar sólo es posible mediante la lucha consecuente por un cambio estructural del sistema .
El 28, todas a Congreso.
Jornada unitaria, de 16 a 19 hs
Día Mundial por la Salud Integral de la Mujer
* Aborto seguro, gratuito y en el hospital. Aprobación del proyecto presentado por la Campaña.
* Basta de boicotear los abortos no punibles. Dictamen de la resolución ministerial ya.
* Separación de la Iglesia del Estado.
El Derecho al Aborto en las repercusiones del Día Internacional de Acción por la Salud de las Mujeres en Argentina.
Concentración frente al Congreso Nacional en el Día Internacional por la Salud de las Mujeres. Entrevistas a Martha Roemberg referente de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto, a Vilma Ripoll dirigente nacional del MST en el Mov. Proyecto Sur y a Alejandra Agriman Secretaria de Género de la CTA. Para más información ver www.mst.org.ar
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