domingo, 13 de junio de 2010

Audiencia por Matrimonio para todos y todas en Corrientes

Por María Rachid, presidenta de la Federación Argentina LGBT

La Federación Argentina LGBT participó de las audiencias por el derecho al matrimonio para todas y todos en la provincia, por decisión de las/os activistas locales.



Llegando a Corrientes pudimos ver los afiches convocando a una concentración en la Plaza, frente a la Legislatura Provincial, donde se desarrollaría la audiencia, convocada por la Jerarquía de la Iglesia Católica y algunos grupos evangelistas. Teniendo en cuenta el aparato económico que tienen estas instituciones, sabiendo que la convocatoria había sido publicada en todos los medios gráficos de la provincia y que habían convocado a los docentes y padres/madres de los niños/as de todas las escuelas católicas, nos imaginábamos miles de personas en la plaza, más aún cuando vislumbramos un gran escenario, sonido e incluso algunos artistas anónimos. Con todo esta convocatoria, sólo asistieron unas cuatrocientas personas. El pueblo de Corrientes no se sintió convocado a manifestarse en contra del proyecto de Ley de Matrimonio para todas y todos.

Nos acercamos a un grupo de personas con banderas del orgullo que estaban en la plaza, algunos/as nuevos activistas de la provincia, trabajadores del INADI, militantes de organizaciones sociales y políticas, etc. y decidimos entrar todos/as juntos/as. Pero no pudimos. La policía estaba cerrando la entrada y, según ellos, la sala estaba completa. Todavía no era el horario estipulado para la audiencia pública, pero nos comentaron luego que las organizaciones católicas y evangélicas habían entrado una hora antes. Denunciamos esto en los medios de comunicación locales, que mostraron que nuestro ingreso estaba siendo demorado sin ninguna necesidad (todavía había lugar en la sala), por lo que luego de un tiempo, nos permitieron el ingreso.

Fuimos escuchando las exposiciones de –según nuestras cuentas- treinta y dos personas. Diecinueve de ellas en contra del proyecto y trece a favor. Las 19 exposiciones en contra provenían de pastores evangélicos, ex funcionarios de la última dictadura militar y algún militante católico camuflado de “profesional” (arquitecto, ingeniero, abogado… “padre de familia”). Un pastor los delató: “algunos me dijeron que era mejor que no hable de Dios, pero no entendí por qué, no estoy de acuerdo”. Era evidente, habían decido pasar por “ciudadanos comunes” para no evidenciar –lo que de todas formas hicieron- que la única oposición al proyecto proviene de las mismas instituciones que se opusieron al Estado laico, el matrimonio civil, el derecho al divorcio, el voto de la mujer, el uso de anticonceptivos para prevenir embarazos no deseados y el uso de preservativos para prevenir infecciones de transmisión sexual, entre otras cosas.

Los mismos sectores que no hemos escuchado se autoconvoquen y peguen afiches por el hambre, la desnutrición infantil, ni mucho menos en contra de las dictaduras militares que se sucedieron en Argentina o de la pedofilia de sus referentes.

Sí, en cambio, se autoconvocaron en Corrientes para decirnos “porquerías”, “lacras”, que éramos una “desviación antinatural e inmoral” y para decir que nosotros/as tenemos inclinación al suicidio, a la delincuencia, la drogadependencia, el incesto, la enfermedad en general y la locura. Llegaron a asegurar –con supuesto rigor científico- que nuestro promedio de vida es de 51 años. (Cuidado los que ya se pasaron!)

Pero fueron sólo 19 personas. Si se quiere, las 23 que anunciaron algunos medios seguramente de acuerdo a la información “oficial”. Veintitres personas convocadas por una institución sostenida económicamente por el Estado a través de afiches, escuelas y todos los medios gráficos de la provincia. Está claro. Esas personas no representan el pensamiento de un millón de Correntinos y Correntinas que no se sintieron convocados/as a rechazar el proyecto de matrimonio para todos y todas.

Es cierto. Por otro lado, el proyecto fue defendido por sólo 13 personas. Trece personas que no fueron convocadas por afiches pegados en la Ciudad, ni por sus escuelas, ni por sus empleadores, quizás sí por la información en los medios de comunicación. Trece personas que fueron a decir lo que piensan, lo que quieren, lo que necesitan, a pesar de la discriminación y la violencia de quienes desde frente a la Legislatura –quizás empleadores, clientes, alumnos, profesores, algún familiar- nos/los trataban de enfermos, delincuentes, desviados e inmorales.

Estudiantes, diputados/as, funcionarios, jóvenes, incluso algún referente religioso o simples ciudadanos, a través de nuestras exposiciones e incluso poemas –en el caso de Verónica, una estudiante Correntina-, defendimos el proyecto tratando de poner en evidencia lo que es evidente. Las familias e incluso el matrimonio de parejas del mismo sexo son una realidad en Argentina. Así lo demostraron también los activistas de la Federación Argentina LGBT, Martín Canevaro –hijo de Correntinos- con su libreta roja en mano y Analía Más –también abogada del INADI y autora de los primeros amparos por matrimonio-, con los argumentos jurídicos que dieron lugar al casamiento de ya seis parejas en nuestro país. Mientras tanto, Roberto Williams y su pareja, anunciaban que ese día fueron a pedir un turno para casarse en la provincia, acompañados por la abogada de la delegación Correntina del INADI.

Los que defendimos el proyecto fuimos seis menos que quienes lo rechazaron (once según los medios). Pero es justamente esto lo que demuestra que la batalla cultural por la Igualdad ya comenzó a ganarse en Corrientes. Y por eso la jurídica, la vamos a ganar el 14 de Julio.

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