Pía Baudracco de ATTTA: “Debemos bregar por garantías de derechos para quien se prostituye"

Pía Baudracco coordinadora de Enlace Nacional de ATTTA (Asociación de Travestis, Transexuales y Transgéneros de Argentina) estuvo en  Villa María.


“En la actualidad, el no reconocer el ejercicio del trabajo sexual posibilita que se siga ejerciendo la trata y la explotación sexual de las personas”, sostuvo Pía Baudracco (foto), coordinadora de Enlace Nacional de la Asociación de Travestis, Transexuales y Transgéneros de la Argentina, quien visitó durante dos días escuelas secundarias de Villa María y Villa Nueva en el marco de un proyecto del programa de Diversidad LGBT de la Municipalidad local.
“Tendría que haber un marco legal que garantice el acceso a la salud, la cuestión tributaria y demás. Generando derechos, reducimos vulnerabilidades”, consideró al dialogar con EL DIARIO en la medioteca.
La referente en la lucha por el reconocimiento de derechos de la comunidad trans de este país, aclaró que sus dichos se dan en el contexto de “pensar” el trabajo sexual “como una opción elegida y no condicionada”.
Ante la pregunta de este matutino, apuntó que el 98% de los miembros de la comunidad trans están en situación de prostitución o trabajo sexual. “Entendemos que estamos trabajando para generar políticas claras de inclusión laboral, debemos bregar por garantizar los derechos de quien así decide trabajar, en una relación de común acuerdo entre adultos, uno de los cuales presta un servicio y el otro paga”, remarcó. Acto seguido, subrayó: “Esto, entre un adulto y un menor de edad, es un delito, y no se es cliente, sino pedófilo”.
En relación a los planteos cada vez más fuertes de las organizaciones que luchan contra la trata de personas, aseveró que “quienes abolicionan la prostitución nunca sintieron la sensación de inseguridad cuando tenés que estar parada en la esquina ganándote un mango”. “Más derechos, menos vulnerabilidad; más derechos, menos epidemia; mejores condiciones de trabajo, menos exclusión”, declaró.
“El abolicionismo no deja de ser un fundamentalismo que atraviesa los sectores más conservadores de las feministas, que seguro nunca tuvieron que ganarse el mango en la esquina”, expresó.
“Es hora de que se escuchen nuestros reclamos y no que señores y señoras con traje y años de elaboración de textos académicos opinen por nosotros”, concluyó haciendo referencia también a la lucha por la identidad de género.