sábado, 9 de noviembre de 2013

Educación sexual igualitaria y laica.


En 2006 se aprobó la Ley 26.150 de Educación Sexual Integral. Pero como siempre, del papel a la realidad hay una distancia enorme. Los gobernantes no ponen presupuesto, ni se capacita a los docentes. A lo sumo, se hace un limitado taller por año en la secundaria. Y varias provincias hasta cajonean las guías oficiales…

Hace falta una verdadera educación sexual, en todos los niveles y en todo el país. Y que sea con un enfoque de género, moderno, científico y de respeto a la diversidad.

A la vez, es necesario terminar con toda la ingerencia religiosa en la educación y en el Estado, que nos cuesta nada menos que 5.000 millones de pesos al año.

  • No hay por qué seguir pagando con plata del Estado -que pagamos todos- los sueldos y jubilaciones de 131 arzobispos y obispos, y de 640 curas, ni las becas de 1.600 seminaristas.
  • No hay por qué seguir subsidiando con fondos públicos a las más de 4.000 escuelas religiosas, que inculcan dogmas y prejuicios anti LGBT, ni a las escuelas privadas.
  • Por la separación total de la Iglesia Católica del Estado, que debe ser absolutamente laico.





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