miércoles, 31 de agosto de 2011

Tucumán: una mujer trans presentó un amparo a la Justicia para la rectificación de la identidad de género en su documento.

La Gaceta.


Inició el trámite en el Registro Civil, pero como no obtuvo respuesta decidió acudir a la Justicia.

Algo tan sencillo como ir a votar, para Tania Carrizo implica un gran estrés. Cada vez que entrega su documento, la miran y no saben cómo tratarla. El hecho de que su DNI exprese esa persona en la que ella no se reconoce, ni física ni psicológicamente, la marca y la pone en un lugar diferente del resto. "Todos se quedan mirando y tengo que comenzar a explicar. Es muy difícil", agrega.

Ayer, Augusto Moeykens, abogado de Tania, presentó un recurso de amparo para lograr que se le permita el cambio en el DNI. Según expresó Moykens, se trata de una acción directamente en contra del Estado. Hace un par de meses ya habían presentado un reclamo en el Registro Civil para la rectificación de la identidad en su documento, pero pasaron los 90 días dentro de los cuales la institución debía responder y no lo hizo. "Se trata de que el Estado reconozca la identidad de Tania. Una persona a la que se la dignifica se encuentra en un plano de igualdad", explicó el abogado.

Si bien, en Argentina se aprobó la Ley del matrimonio igualitario, la Ley de identidad de género recién está en debate. Una vez que esta norma esté aprobada, todas las personas trans podrán adecuar el DNI a su condición de género. Por el momento, sólo se lo puede hacer por medio de una orden judicial.

Como precedente más fuerte, Florencia Trinidad (Flor de la V) fue la primera persona trans de América Latina que obtuvo el reconocimiento de su identidad sin necesidad de diagnósticos médicos o psiquiátricos, ni de intervenciones quirúrgicas. Lo hizo por medio de una acción de amparo de la Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Trans (FALGBT) y la Asociación de Travestis, Transexuales y Transgéneros de Argentina (ATTTA). "También en Salta y Santa Fe hubo reconocimientos de identidad", señaló Moeykens.

El caso ingresó en la sala III en lo Contencioso Administrativo a cargo de Ebe López Piossek, quien deberá resolver.


Un cambio profundo.


Tania nunca lo dudó. Desde chica prefirió las actividades femeninas como una inclinación natural e inocente: "yo me sentía una mujer, mis padres miraban esas actitudes y les costaba entenderlo". La etapa más dura fue durante la adolescencia, porque sus compañeros de la escuela se burlaban de ella. Esto la hizo ser más introvertida de lo que ya era y la obligó a dejar los estudios.

Recién hoy, con 29 años, está terminando su secundario. "Cuando me inscribí hablé con la directora y le pedí que, si bien yo me anotaba con mi nombre de pila, quería que en la lista figurara Tania. Ella lo entendió".

Pero en la vida cotidiana hasta ir al médico es un problema. "Tengo una obra social, pero no la uso. Prefiero ir particular porque así puedo sacar turno con mi nombre", indicó. Ella cuenta que sus amigas en la misma condición valoran su fortaleza. Para muchas todo esto que implica no tener un DNI que responda a su identidad las retrae y les genera fobia social. "Yo también pasé por esa etapa en la que casi no quería salir ni cruzarme con nadie", aclara.

Para Tania, este es uno de los momentos más importantes. Será cerrar una etapa que comenzó cuando era una niña, continuó a los 18 años cuando se lo comunicó a sus padres y se sometió a varias cirugías para modificar su aspecto físico. Hoy pretende completar ese proceso.

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