viernes, 20 de enero de 2012

Alto a la violencia contra las mujeres: asesinaron a un nene para destruir a la madre.

Por Pablo Vasco para Alternativa Socialista, publicación del MST en Proyecto Sur.

“Te voy a pegar donde más te duele”, le había dicho la ex pareja a la madre de Tomás, el chico de 7 años asesinado a golpes en Lincoln, Buenos Aires. Pero este caso brutal no es el único. En el marco de la violencia de género, de enero a junio de 2011 hubo 16 muertes de niñas o niños: varios fueron asesinados junto a sus madres; en otros casos, el asesino lo hizo para castigar o destruir psíquicamente a la madre.

En nuestro país, una mujer es asesinada cada día por el solo hecho de serlo. Según el Observatorio de Femicidios de La Casa del Encuentro, en 2010 hubo 260 casos. Y en el primer semestre de 2011 hubo 151, o sea un 20% más que el año pasado.

Según la Oficina de Violencia Doméstica de la Corte Suprema, comparando setiembre, en 2009 hubo 522 denuncias, en 2010 subió a 654 y en 2011 a 708. Son casi 10.000 casos al año, sólo en ese servicio. En realidad son muchos más, ya que por miedo o vergüenza se denuncia un bajo porcentaje.
De cada 10 víctimas, 9 sufren violencia psicológica; de ellas, 7 sufren además violencia física. El 84% de los agresores es ex pareja, concubino o cónyuge. Y siete de cada diez casos son de riesgo medio, alto o altísimo. En el servicio bonaerense de atención, casi el 40% de las denuncias es de mujeres cuya pareja es policía o miembro de fuerzas de seguridad.

¿De dónde nace la violencia?
Así como el agresor tiene nombre y apellido, la raíz de la violencia contra las mujeres también: la sociedad capitalista y machista.
Si trabajan, junto a ser explotadas como los trabajadores, las mujeres reciben un menor ingreso promedio y padecen mayor precarización. Además, el sistema les asigna otro “mandato”: atender al marido, criar a los hijos y cumplir las demás tareas del hogar. ¿Quién se beneficia de esas horas, días y años de trabajo no pagado? Los capitalistas, que hoy explotan a su pareja, quizás también a ella y mañana a sus hijos.
Esta desigualdad es paralela a una opresión global hacia la mujer, ya que el sistema pretende reducirla al rol de reproductora, objeto sexual y propiedad privada del marido. Esa opresión genera todas las formas de violencia: física, psicológica, sexual, económica, simbólica. Por eso, para las mujeres, lo personal es político.

Las respuestas necesarias.
En base a la Ley 24.417 de Protección contra la Violencia Familiar la justicia suele decidir rápido una medida cautelar, como prohibir el acercamiento del agresor, pero no resuelve el conflicto.
Desde 2009 rige la Ley 26.485 de Protección Integral contra la Violencia contra las Mujeres. Pero al organismo que debe aplicarla, el Consejo Nacional de las Mujeres, el gobierno no le asigna suficiente presupuesto. Por eso no hay campañas de concientización, ni subsidios a las víctimas, ni un 0800 para orientar la ayuda. Y en cuanto a los refugios para mujeres e hijos, en todo el país apenas hay 750 camas cuando harían falta 15.000.
Te proponemos que te acerques a nuestro partido para exigir respuestas al Estado ante la violencia contra las mujeres y también para luchar contra el capitalismo patriarcal, por una sociedad igualitaria sin explotación ni opresión: el socialismo.

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