miércoles, 4 de enero de 2012

Trata de personas: Una mujer esclavizada sexualmente no sobrevive más de 12 años.

El Intransigente.


Las cifras del negocio de la trata de personas son escalofriantes: en estos momentos, 6 millones de personas se encontrarían en estado de esclavitud en el mundo.

Con la desición de la Corte Suprema de Justicia de la Nación de reveer el sobreseimiento de 12 imputados en la causa por la desaparición de Marita Verón (ver nota relacionada), el tema de las redes de trata de personas volvió a estar sobre el tapete.

Se llama trata de personas al proceso de captación, privación de la libertad, tráfico y comercialización de seres humanos con fines de explotación sexual, laboral, o de comercio de órganos. Antiguamente a esta actividad se la denominaba “trata de blancas”, en oposición a la trata de negros de origen africano.

Actualmente ocupa el segundo puesto en el ranking de ganancias del crimen organizado: después del tráfico de drogas y antes del de armas. De acuerdo a las estimaciones de Naciones Unidas, en el mundo actualmente 2,4 millones de personas están siendo sometidas actualmente a esclavitud: el 90% de ellas son mujeres y niños con fines sexuales.

Estudios independientes elevan esta cifra a 4 y hasta 6 millones. Según la ONG La Alameda, el número de mujeres explotadas sexualmente en la Argentina asciende a 20.000, sin embargo en nuestro país actualmente existen sólo 20 personas condenadas por este delito.

La impunidad de los traficantes de personas viene de la mano del poder económico. Los prostíbulos donde se esclavizan a las mujeres operan con total impunidad gracias a los “cánones” que se pagan a las autoridades policiales. La mayoría de las mujeres rescatadas señala que sus principales “clientes” son, además de viajantes, personal policial y de gendarmería.

Numerosas ONG se encargan de la búsqueda y rescate de mujeres y niñas que desde los 9 años que son captadas por estas organizaciones. Sin embargo, el panorama es complejo: "Por cada mujer que encontramos, desaparecen siete. Las bandas que se dedican a este delito son muy poderosas", explica Fabiana Tuñez, de la ONG La Casa del Encuentro.

Los métodos de captación son varios, y van desde ofrecimientos laborales en otras provincias, agencias de modelos, incitación a huir del hogar, chat por internet hasta el secuestro liso y llano por medio de la violencia.

Los grupos con mayor riesgo de convertirse en víctima de trata para explotación sexual están compuestos por mujeres y niñas con bajos niveles de escolarización, pertenecientes a grupos familiares numerosos y con necesidades básicas insatisfechas, donde la mayoría de sus integrantes se encuentran desocupados o realizan actividades primarias no calificadas por las que perciben ingresos extremadamente bajos. Cuando el reclutamiento es mediante el secuestro, las víctimas no responden a ningún patrón socioeconómico.

Se calcula que una mujer esclavizada sexualmente tiene una sobrevida de entre 10 a 12 años: los golpes, las drogas y la falta de atención médica las matan en poco tiempo. En algunos casos las víctimas mantienen un contacto telefónico esporádico con sus familias, que se encuentran amenazadas, indicando que todo está bien y que no desean ser buscadas. Pero la mayoría no. Desaparecen sin dejar rastro. Se las traga la tierra, o mejor dicho, se las traga un complicado sistema en el que el dinero, la corrupción y el poder político son las cadenas que las mantienen cautivas.

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