domingo, 12 de febrero de 2012

A 8 años de la desaparición de Andrea López bajo una red de trata.

Contra la Trata.

El caso de Andrea López es la realidad de muchas mujeres, niñas/os y trans que se encuentran, hoy en día, en situación de explotación sexual. Andrea desapareció el 10 de febrero del 2004 en la ciudad de Santa Rosa (La Pampa), la denuncia la realizó su madre, Julia Ferreyra, el 26 de febrero, cuando regresa de viaje.


En ese momento Andrea vivía junto a su hijo de 4 años y el boxeador Victor Purreta, el cual la sometía a todo tipo de violencias y explotaba en distintos prostíbulos y en la calle, junto a otras mujeres.
Andrea había sido atendida en reiteradas ocasiones por los servicios públicos de salud debido a los golpes que recibía. Hasta hizo denuncias contra Purreta por la violencia que ejercía sobre ella, pero ninguna prosperó. Actualmente, las exposiciones realizadas en la Policía no se encuentran. La justicia en ningún momento colaboró con nada.
A la familia llegaron gran cantidad de pistas que en ningún momento fueron investigadas, como el asesinato de Juan Carlos Morán, socio de Purreta, que había informado haber visto a Andrea en un cabaret.
También recibieron un llamado, en el mes de abril siguiente a su desaparición, de un hombre que avisaba que Andrea había sido vista en Daireaux, localidad cercana a Pehuajó a la que acudió una comitiva de la policía pampeana para verificar la veracidad de la información. La madre, Julia Ferreyra, fue a cada lugar a buscarla y a identificar cadáveres de mujeres encontrados por esa zona. Pero no la encontró.
“Hay pistas que indicarían que fue llevada a prostíbulos del sur del país. Pero todas estas pistas que arrojarían luz sobre el paradero de Andrea no han sido investigadas, no han sido objeto de investigación exhaustiva. Por el contrario se siguen pistas tendientes a desviar bastante aquello que hay que investigar, y hacen creer que Andrea está muerta. A Andrea hay que buscarla en los prostíbulos, hacia allí es donde tiene que orientarse la investigación” explica Marta Fontenla (integrante de Atem), en la conferencia de prensa al cumplirse cuatro años de su desaparición.
En la causa en la que se investiga la Desaparición de Andrea (Nº 3547), aún abierta, que tramita en el Juzgado de Instrucción y Correccional Nº 6, de Santa Rosa, Provincia de La Pampa, no cuenta con asistencia jurídica, por falta de medios económicos. Las presentaciones que hicieron en su momento la madre y la Defensora de Menores (esta última en representación del hijo de Andrea), para constituirse como partes querellantes, fueron rechazadas por el Juzgado y aún se mantiene el secreto del sumario.
El 3 de junio del 2005 comenzó el juicio por proxenetismo a Purreta, donde se escucharon los testimonios de violencia de la que Andrea fue víctima. Purreta fue condenado a solo 5 años de prisión, contando con salidas transitorias desde diciembre del 2006.
Salió en libertad al cumplir la condena y hoy está nuevamente preso en una causa iniciada por denuncia de su ex pareja.
Julia Ferreyra tiene a su cargo a su nieto, hijo de Andrea, hoy de 11 años. Le ha sido otorgada la tenencia, luego de una larga lucha. Ella trabaja en casas de familia y lucha por la aparición de su hija.
El caso de Andrea López, demuestra una vez más, el funcionamiento de las redes de trata y prostitución en nuestro país, además del accionar y complicidad de un Estado terrorista-sexual, materializándose su participación en un sistema legislativo, que solo simula atacar la trata. En donde las fuerzas de seguridad y control operan de forma mafiosa, desviando la búsqueda hacia otro sentido y encubriendo y protegiendo a los responsables, en los distintos niveles, en cuanto al funcionamiento de las redes.

¡Aparición con vida de todxs lxs desaparecidxs para ser prostituidxs!

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