Una Fiscal pidió colaboración para dar con el paradero de Zulma Brizuela, una mujer que lleva desaparecida desde el pasado 12 del corriente mes. La policía informó que se busca a una mujer que limpiaba su casa y de repente desapareció.
La titular de la Fiscalía de Instrucción de Feria de la VIII Nominación, Adriana Giannoni solicitó, a través de la causa de presunta desaparición de persona, la búsqueda, información y datos sobre el paradero de Zulma Elizabeth Brizuela, una joven de 28 años de edad, quien se domiciliaba en calle Matienzo al final, en la localidad de Manuel García Fernández, departamento de Leales.
De acuerdo a información policial brindada a EL SIGLO, la joven Brizuela despareció el pasado 12 de enero y lo más extraño es que jamás llegó tarde a su casa, sin embargo ese jueves, a la noche, la chica que es soltera y que no tiene hijos, desapareció sin dejar rastros mientras caminaba por las calles de tierra de su pueblo natal.
"Tres hombres -dijo un almacenero del barrio, único testigo del caso- la subieron a un auto. Ella gritaba y trataba de resistirse".
Desde ahí ya nada se supo de ella y su familia teme que la muchacha haya caído en una red de trata de personas.
En tanto, la policía que investiga el caso, dijo que al interrogar al almacenero, el hombre cambió su testimonio porque -según dijeron- adujo sentir miedo a posibles represalias.
Pero los familiares de la mujer desaparecida creen que el hombre cambió su versión porque "la policía lo presionó mal" porque -ellos sostienen- habría "agentes involucrados en el caso".
Cuando desapareció, Zulma volvía de la casa de su antigua jefa. Antes había estado cuidando los hijos de una dentista en San Miguel de Tucumán, tarea que desarrolló durante el último año. Para volver a su pueblo, la chica tomó el colectivo y se bajó alrededor de las 22 en su pueblo, caminó un par de cuadras hasta que habría sido interceptada supuestamente por presuntos captores.
"Mi hermana no es de hacer estas cosas. nosotros hicimos las primeras averiguaciones y el viernes a la mañana comenzamos a repartir fotos de ella porque no nos contestaba los mensajes de texto. Me encontré con el almacenero y me dijo que él había visto todo. Se lo comunicamos a la policía y cuando lo llevaron se desdijo", señaló Juan Brizuela, hermano de Zulma.
A la mujer la buscaron sus familiares y trabajadores rurales de la zona y ante la falta de respuestas policial, cortaron la Ruta Nacional 157 pero la chica sigue sin aparecer.
Asimismo, existen sospechas de que del presunto secuestro haya participado un remisero que maneja un automóvil marca Ford Falcon, color óxido, que habría estado vinculado a otros hechos similares aunque nunca fue procesado.
El expediente de esta causa está siendo tramitado por la Fiscalía VIII y está caratulada como: "Actuaciones complementarias sobre presunta desaparición de persona".
El abogado Germán Díaz, de la fundación María de los Angeles, dijo al respecto que el de Brizuela, "es un caso que nos preocupa y ocupa, ante el primer indicio de que sea un caso de trata de personas remitiremos las actuaciones de la Justicia Federal".
Por otra parte, la Sección Seguridad Personal de la DGI se encuentra abocada a la búsqueda de otra mujer: Beatriz del Valle Aguirre, de 36 años de edad, domiciliada en pasaje Superí 2.832 del Barrio Ejército Argentino, de nuestra ciudad.
La mujer, quien está casa, es de contextura física delgada, mide 1.75 metro de estatura, es de tez trigueña, ojos marrones oscuros y usa cabello corto teñido de rubio. Como característica personal, posee un lunar en la mejilla izquierda.
Al momento de desaparecer -el pasado 2 de enero del corriente año- vestía una musculosa de color negra, un pantalón jeans azul y calzaba hojotas de color negra.
Lo más extraño que al momento de desaparecer, la mujer se encontraba haciendo limpieza en la vereda de su casa -eran las 23.30- y sin dar aviso a su grupo familiar dejó la vivienda.
La denunciante, María Gabriela Fuensalida, hija de Beatriz Aguirre, se mostró muy preocupada y dolida porque teme que el hecho sea también un caso de trata de personas, puesto que le parece muy extraño que su madre se ausentara de su casa sin dar aviso previo del lugar a donde iría.
De acuerdo a información policial brindada a EL SIGLO, la joven Brizuela despareció el pasado 12 de enero y lo más extraño es que jamás llegó tarde a su casa, sin embargo ese jueves, a la noche, la chica que es soltera y que no tiene hijos, desapareció sin dejar rastros mientras caminaba por las calles de tierra de su pueblo natal.
"Tres hombres -dijo un almacenero del barrio, único testigo del caso- la subieron a un auto. Ella gritaba y trataba de resistirse".
Desde ahí ya nada se supo de ella y su familia teme que la muchacha haya caído en una red de trata de personas.
En tanto, la policía que investiga el caso, dijo que al interrogar al almacenero, el hombre cambió su testimonio porque -según dijeron- adujo sentir miedo a posibles represalias.
Pero los familiares de la mujer desaparecida creen que el hombre cambió su versión porque "la policía lo presionó mal" porque -ellos sostienen- habría "agentes involucrados en el caso".
Cuando desapareció, Zulma volvía de la casa de su antigua jefa. Antes había estado cuidando los hijos de una dentista en San Miguel de Tucumán, tarea que desarrolló durante el último año. Para volver a su pueblo, la chica tomó el colectivo y se bajó alrededor de las 22 en su pueblo, caminó un par de cuadras hasta que habría sido interceptada supuestamente por presuntos captores.
"Mi hermana no es de hacer estas cosas. nosotros hicimos las primeras averiguaciones y el viernes a la mañana comenzamos a repartir fotos de ella porque no nos contestaba los mensajes de texto. Me encontré con el almacenero y me dijo que él había visto todo. Se lo comunicamos a la policía y cuando lo llevaron se desdijo", señaló Juan Brizuela, hermano de Zulma.
A la mujer la buscaron sus familiares y trabajadores rurales de la zona y ante la falta de respuestas policial, cortaron la Ruta Nacional 157 pero la chica sigue sin aparecer.
Asimismo, existen sospechas de que del presunto secuestro haya participado un remisero que maneja un automóvil marca Ford Falcon, color óxido, que habría estado vinculado a otros hechos similares aunque nunca fue procesado.
El expediente de esta causa está siendo tramitado por la Fiscalía VIII y está caratulada como: "Actuaciones complementarias sobre presunta desaparición de persona".
El abogado Germán Díaz, de la fundación María de los Angeles, dijo al respecto que el de Brizuela, "es un caso que nos preocupa y ocupa, ante el primer indicio de que sea un caso de trata de personas remitiremos las actuaciones de la Justicia Federal".
Por otra parte, la Sección Seguridad Personal de la DGI se encuentra abocada a la búsqueda de otra mujer: Beatriz del Valle Aguirre, de 36 años de edad, domiciliada en pasaje Superí 2.832 del Barrio Ejército Argentino, de nuestra ciudad.
La mujer, quien está casa, es de contextura física delgada, mide 1.75 metro de estatura, es de tez trigueña, ojos marrones oscuros y usa cabello corto teñido de rubio. Como característica personal, posee un lunar en la mejilla izquierda.
Al momento de desaparecer -el pasado 2 de enero del corriente año- vestía una musculosa de color negra, un pantalón jeans azul y calzaba hojotas de color negra.
Lo más extraño que al momento de desaparecer, la mujer se encontraba haciendo limpieza en la vereda de su casa -eran las 23.30- y sin dar aviso a su grupo familiar dejó la vivienda.
La denunciante, María Gabriela Fuensalida, hija de Beatriz Aguirre, se mostró muy preocupada y dolida porque teme que el hecho sea también un caso de trata de personas, puesto que le parece muy extraño que su madre se ausentara de su casa sin dar aviso previo del lugar a donde iría.
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